¿Qué es la ansiedad? ¿y la depresión?
Depresión
El estado de ánimo depresivo afecta la manera en que una persona se siente, piensa y maneja las actividades diarias. Va más allá de sentirse triste de vez en cuando, ya que puede presentar una sintomatología variada. No existen 2 estados depresivos iguales, depende de la persona que lo sufre pero, generalmente se caracteriza por una persistencia de una visión negativa de uno mismo, el mundo y el futuro.
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Se manifiesta a través de sintomatología variada de activación de nuestros sistemas. Es una parte normal de la vida y puede ayudar a preparar al cuerpo para enfrentar desafíos. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y dificulta el funcionamiento diario, puede suponer un problema.
Signos y síntomas de ansiedad y depresión
Síntomas depresivos
- Aislamiento
- Tristeza persistente
- Falta de interés o placer en actividades cotidianas
- Abandono de actividades
- Cambios en el apetito y el sueño
- Fatiga
- Sentimientos de culpa o inutilidad frecuente
- Dificultades de concentración
- Pensamientos o planes de acción de suicidio
- …
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Síntomas de ansiedad
- Preocupación excesiva y recurrente.
- Sensación de pensamiento acelerado y en bucle.
- Sensación de peligro constante
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Nudo en la garganta
- Presión en el pecho
- Sudoración / Sudor frío
- Problemas de sueño
- Dificultades de concentración
- …
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NOTA IMPORTANTE: No es necesario que se presenten todos los signos y síntomas; lo importante es que a ti, personalmente, te esté generando malestar.
¿se puede sufrir ansiedad y depresión a la vez?
La respuesta es sí.
Es más, cabe recalcar que, una problemática depresiva puede venir de la mano con sintomatología ansiosa y viceversa ya que, como se ve, comparten algunos signos y síntomas.
Es por ello que, en lugar de observar las problemáticas psicológicas como cajones individuales de un mismo mueble a los que ponemos nombres como «trastorno depresivo», «trastorno de ansiedad»,… es mucho más útil para su tratamiento centrarse en los signos y síntomas que la persona esta sufriendo.
Un ejemplo: El caso de Marta
Marta acude a consulta comentando que lleva dos meses con un estado de ánimo bajo, que ha dejado de quedar con sus amigos, que ha abandonado algunos de sus hobbies y que no le encuentra el sentido a nada de lo que hace. Se encuentra cansada y con ganas de llorar todos los días. También menciona que está evitando lugares en los que se reúne mucha gente porque hacen que sufra palpitaciones, calor y sensación de ahogo y esto le asusta.
¿Qué nombre le ponemos a lo que sufre Marta? ¿Trastorno depresivo? ¿Trastorno de ansiedad? ¿Agorafobia?… No es tan importante el nombre como lo que hacemos con lo que le ocurre. Simplemente aplicaríamos técnicas dirigidas a recuperar cierto nivel de actividad, reducir el aislamiento, elaborar objetivos vitales acordes a sus valores y reducir la problemática ansiosa en sitios concurridos, lo cual haría que el estado de ánimo aumentase y se estabilizase progresivamente.
Claudia Escribano Máñez