La motivación no está dentro de ti

¿Por qué en algunas situaciones tienes más «ganas» de hacer algo que en otras? ¿por qué aunque algo te gusta a veces no tienes «ganas» de hacerlo?

¿Qué es la motivación?

Seguramente creas saber exactamente a lo que nos referimos cuando hablamos de «motivación», ya que es un término muy instaurado en nuestro vocabulario cotidiano.

Hoy veremos como, al igual que nos pasa con otros términos, generalmente utilizamos la palabra «motivación» sin saber exactamente qué es.

Las típicas definiciones

Si te pregunto por una definición de «motivación», probablemente elabores algo así:

«Es lo que nos impulsa a querer hacer algo»
– ¿Y qué es eso que nos impulsa? ¿una sustancia? ¿una parte de nuestro cerebro que nos hace de coach mientras nos habla? ¿o magia, tal vez?

«Es la fuerza de voluntad para realizar alguna cosa»
– Pero, ¿a qué nos referimos con fuerza de voluntad? ¿es una habilidad? ¿un superpoder que se nos concede si nos pica la araña adecuada? ¿es una energía que reside en algún lugar de nuestro organismo?

Incluso si preguntamos a Google pueden aparecer definiciones como:

«Componente psicológico que orienta, mantiene y determina la conducta de una persona»
– De nuevo, ¿qué es un componente psicológico? ¿dónde se encuentra? ¿se puede ver en un TAC? ¿o es un objeto que podemos llevar en el bolsillo?

Como ves, se tiende a dar una definición de «motivación» que no explica realmente qué es. Todas ellas generan la sensación de que es «algo» (no sabemos qué) que está «dentro de nosotras» pero que no depende de nosotras, sino que existe por sí mismo, que viene dado o que llega, que puede estar o no estar.

¿Cómo vamos a poder solucionar esa «falta de motivación» que tanto nos fastidia a veces si no sabemos a qué nos referimos y si lo asociamos a algo que no depende de nosotras mismas?

La definición desde el análisis funcional de conducta

Con «motivación» nos referiríamos a la alteración temporal de los valores del reforzador (es decir, que algo te vaya a satisfacer + o -) mediante cambios en las variables ambientales (intencionales o no) que hacen más o menos probable la emisión de determinadas conductas en determinados contextos.

Un ejemplo, para que nos entendamos:

Pongamos que te gusta comer pizza. Si durante la última semana intentaste estar a dieta comiendo solo verduritas y pechuga a la plancha (estado de privación), será más probable que el fin de semana tengas muchas ganas de comer pizza (más motivación para comer pizza). Si, por el contrario, estuviste toda la semana cenando pizza (estado de saciedad), será más probable que el fin de semana quieras comer otra cosa (menos motivación).

Como ves, eres tú misma la que, modificando cierta variable, ha aumentado o disminuido tu «motivación» para hacer algo.

Entonces, nuestra «motivación» no está gobernada por «fuerzas internas» que guían nuestro comportamiento aleatoriamente según les da por ahí, sino, en este caso, por modificaciones en las variables ambientales que nos han privado o saciado de un reforzador (la pizza) y entonces estamos más o menos motivadas a comerla el finde.

¿Cómo puedes entonces aumentar tu «motivación»?

Resumiendo, podemos modificar nuestro entorno y nuestra forma de plantearnos y hacer ciertas cosas para generar un aumento o disminución de eso que llamamos «motivación». En lugar de confiar en que es un «algo» que aparece cuando quiere y hace su magia.

Además de los estados de privación o saciedad, hay otras variables que pueden influir en nuestra «motivación» como la estimación de la disponibilidad de algo, el mayor o menor coste,… no explicaremos esto de forma extendida pero aparecerán en las siguientes «claves» para aumentar tu «motivación»:

  1. Reduce el «coste» de realizar algo
    Aunque, por ejemplo, te guste escribir artículos, anticipar la realización de esa tarea en su totalidad siendo consciente de los costes que te genera (p.ej. de tiempo) te hará sentir menos motivada. La división de una tarea en pasos más sencillos ayuda a anticipar menos coste p.ej. 3 tareas sencillas en los 3 días siguientes
  2. Atiende y modifica tus estados de privación o saciedad
    Si, por ejemplo, te has propuesto ir al gimnasio a hacer pilates para realizar algo de actividad física durante la semana porque desarrollas una actividad laboral muy sedentaria, quizá sea más «motivador» para ti ubicar pilates después del trabajo porque «me he tirado todo el día sentada, estoy atrofiada (privación) y me gustaría sentir que me muevo aunque sea un poco y cumplir ese objetivo; además, siempre me siento mejor cuando acabo».
  3. Exponte a cosas que te hagan sentir bien relacionadas con la actividad
    En caso de que te guste realizar objetos con arcilla en casa, exponerte a estímulos que te hagan sentir emociones agradables relacionadas con ello podría ser, por ejemplo, meterte habitualmente en Pinterest, Instagram… a mirar ideas y guardártelas en una carpeta o tener expuestas por casa las piezas que has elaborado anteriormente y te han gustado.
  4. Anticipar los resultados satisfactorios de la actividad
    Se ha comprobado que el «efecto motivador» no solo se halla en el objeto o actividad a realizar sino que principalmente, también y sobre todo, se halla en las expectativas que te creas acerca de ello. Por eso, es útil dedicarle algo de tiempo a anticipar los «resultados» o todas aquellas cosas que te sean satisfactorias de la actividad mediante tus pensamientos o imaginación.
  5. No inicies actividades incompatibles
    Por ejemplo, probar una receta de cocina nueva, que nunca has realizado y que es compleja, es incompatible con la actividad de hablar con tu amiga María por teléfono. Si sabes que iniciar una conversación María suele derivar en estar media hora hablando, o requiere de tu concentración porque realmente quieres escucharla, puedes posponer preguntarle qué tal con su examen a una vez hayas realizado tu actividad.

Si sientes que es muy complicado para ti adherirte a unas pautas que te ayuden a conseguir tus objetivos siempre puedes consultar con un profesional de la psicología.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *